Si bien algunas campañas patrocinadas por el gobierno evitaban deliberadamente toda discusión sobre el sexo, esta campaña adoptó un enfoque más realista para manejar los riesgos. Este cartel, producido por el Proyecto de SIDA de Milwaukee a mediados de los años 1980, ofrecía una base de datos con información sobre prácticas seguras, tanto sexuales como no sexuales, que se podían seguir para reducir el riesgo de contagio y de transmisión del sida.